Síndrome oculto: síntomas, causas, régimen.

Estas Síndrome de atresiaEs un trastorno neurológico poco común que se caracteriza por una parálisis completa y completa de los músculos voluntarios del cuerpo, con la excepción de los músculos que administran los movimientos oculares (Centro Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, 2007).

Esta morbilidad paraliza completamente al individuo y al mundo, por lo que habitualmente se emplea el término “síndrome del encarcelamiento” o “síndrome del encierro” para referirse a él.

El síndrome de reclusa es una patología secundaria con lesiones amplias en el tallo cerebral que incluye las vías corticoespinal y cortical medular (Collado-Vázquez & Carrillo, 2012).

Además de esto, estas lesiones cerebrales tienen la posibilidad de proceder de diversas anomalías de la salud: traumatismo craneoencefálico, distintas patologías vinculadas al sistema circulatorio, patologías que destrozan la vaina de mielina de las células nerviosas, o incluso por sobredosis de ciertos medicamentos (National Neurological Diseases and Stroke Institute, 2007) .

Las personas con síndrome de encierro están absolutamente conscientes, lo que quiere decir que pueden pensar y discutir, pero no tienen la posibilidad de hablar ni moverse. Sin embargo, tienen la posibilidad de estar comunicado a través de los movimientos oculares (Instituto Nacional de Patologías Neurológicas y Accidentes Cerebrovasculares, 2007).

Sin embargo, en la mayor parte de los casos de alteraciones o daños severos del leño encefálico, no existe una cirugía o reparación médica concreta, con lo que la disfunción neurológica puede ser crónica (Collado-Vázquez & Carrillo, 2012).

Precisamente el 60% de las situaciones muere en la etapa aguda y la función motora pocas veces se está recuperando, a pesar de que los pacientes con causas no vasculares tienen mejor pronóstico (Riquelme Sepúlveda et al., 2011).

Por consiguiente, la intervención terapéutica en este género de nosologías se enfoca en la prestación de atención principal para mantener las importantes funcionalidades del tolerante y el tratamiento de posibles complicaciones de salud (Collado-Vázquez & Carrillo, 2012).

¿Qué es el síndrome de atresia o síndrome de atresia?

Las manifestaciones clínicas del síndrome oculto se caracterizan por cuadriplejía (parálisis completa de las cuatro extremidades) y arritmia (incapacidad para producir sonidos) y se preservan la conciencia, la función respiratoria, la visión, la coordinación ocular y auditiva (Desgastado et al., 2004) .

A nivel de observación, los pacientes con síndrome de atresia parecen estar lúcidos, inmóviles, incapaces de comunicarse a través del lenguaje y retener los movimientos oculares (Mellado et al., 2004).

Esta patología se describe por vez primera en la novela Conde de Monte Christo Escrito por Alejandro Dumas, hacia 1845. No fue hasta 1875 que Darolles describió el primer caso clínico en la literatura médica (Collado-Vázquez y Carrillo, 2012).

Las principales especificaciones clínicas de esta invención se han descrito en las novelas de Dumars:

El viejo Noirtier de Villefor ha estado absolutamente paralizado a lo largo de 6 años: "inmóvil como un cadáver", bien despierto y comunicándose por los códigos del movimiento de los ojos..

Gracias a los efectos devastadores del síndrome de encierro, se ha retratado como en muchas películas y producciones de televisión.

Estadásticas

El encarcelamiento o el síndrome del encarcelamiento es una condición común. Aunque la prevalencia no está clara, en 2009 se registraron y publicaron 33 casos, por lo que ciertos estudios han estimado la prevalencia en menos de 1 caso por cada 1.000.000 de personas (Orphanet, 2012).

Ya que varios casos de síndrome de cautiverio no se advierten o se diagnostican equivocadamente, es bien difícil determinar el número real de personas de la población general que sufren o han padecido semejantes patologías (Organización Nacional de Anomalías de la salud Extrañas, 2010).

En cuanto al género, tanto mujeres como hombres se ven afectados por igual, y tienen la posibilidad de verse afectados personas de todas las edades, pero con una mayor frecuencia en personas mayores gracias a isquemia o hemorragia cerebral (National Disease Organization rare, 2010).

La edad media estimada del síndrome de atresia por causas vasculares es de 56 años, al paso que la edad media del síndrome de atresia por causantes no vasculares se estima en unos 40 años (Collado-Vázquez y Carrillo, 2012).

Signos y síntomas

El American Congress of Rehabilitation Medicine (1995) define el síndrome de atresia (LIS) como una condición caracterizada por el mantenimiento de la conciencia y la función cognitiva, entre las cuales se emplea para el movimiento y la comunicación a través del lenguaje (Brain Foundation, 2016).

Generalmente, en la mayoría de los casos, se piensan 5 criterios para definir la presencia de un síndrome de encierro (National Rehabilitation Information Center, 2013):

  • Tetraplejia o cuadriplejia
  • Mantiene una función cortical superior.
  • Afasia con bajo fuerte.
  • Puede abrir los ojos y realizar movimientos verticales.
  • Utilice los movimientos oculares y los parpadeos como medio de comunicación.

No obstante, dependiendo de la localización y la gravedad de la lesión, se tienen la posibilidad de detectar varios otros signos y síntomas (Luján-Ramos et al., 2011):

  • Signos: cefalea, mareos, parestesia, hemiplejía, diplopía.
  • Mantente despierto y consciente.
  • Discinesia: cuadriplejía, arritmia, parálisis facial, rigidez en el cerebro (postura anormal, brazos y piernas estirados, cabeza y cuello inclinados hacia atrás).
  • Signos oculares: parálisis del movimiento ocular bilateral, parpadeo continuo y movimientos oculares verticales.
  • Otras actividades deportivas: movimientos de dedos distales, movimientos faciales y de lengua, flexión de la cabeza.
  • Episodios inconscientes: gruñidos, llantos, automatismos, etcétera.

Además, se pueden distinguir dos etapas o momentos en la manifestación del síndrome de cautiverio (Organización Nacional de Patologías Extrañas, 2010):

  • Etapa temprana o aguda: la primera etapa se identifica por angina de pecho, daño al sistema respiratorio, parálisis muscular extendida y pérdida del conocimiento.
  • Etapa aguda o crónica: restauración completa de la conciencia, función respiratoria y movimientos oculares verticales.

Géneros de síndrome de encarcelamiento o síndrome de bloqueo

Los síndromes de detención se clasificaron según distintas criterios: gravedad, curso y causa. No obstante, la causa y la gravedad suelen ser factores que nos dan más información sobre el pronóstico futuro del paciente (Sandoval & Desgastado, 2000).

En dependencia de la gravedad, algunos autores como Bauer han descrito tres géneros de síndromes de bloqueo (Brain Foundation, 2016):

  • Síndrome de enclaustramiento o bloqueo en la música clásica (LIS clásica): Conservación de la conciencia, parálisis muscular de todo el cuerpo salvo movimientos oculares verticales y parpadeo.
  • Síndrome de enclausramiento o Total de cerraduras (LIS terminado o terminado): Permanezca consciente sin comunicación verbal ni movimientos oculares. Parálisis muscular y motora completa.
  • Síndrome de enclausramiento o Bloqueo incompleto (LIS incompleto): Mantenimiento de la conciencia, restauración de determinados movimientos voluntarios y cuidado de los movimientos oculares.

Además, con todos estos tipos, tienen la posibilidad de acontecer 2 afecciones en pacientes con síndrome de encarcelamiento:

  • Síndrome de atresia temporal: Se identifica por la optimización del sistema nervioso, que puede completarse sin daño cerebral permanente (Orphanet, 2012).
  • Síndrome de atresia temporal: No hay una optimización significativa en el sistema nervioso que comunmente se asocia con un daño cerebral persistente y también irreparable (Orphanet, 2012).

la razón

Clásicamente, el síndrome de atresia se genera gracias a una enfermedad del tronco encefálico, oclusión o daño de la arteria vertebral o arteria basilar, o compresión del cerebro y el pie (Orphanet, 2012).

Muchos casos son causados ​​por daños en el puente (área del leño encefálico). El puente es una vía nerviosa esencial que conecta el resto del cerebro con la medula espinal (Organización Nacional de Patologías Extrañas, 2010).

Las lesiones en general ocurren en las vías corticales de bulbo raquídeo, corticoespinal y corticopontina y provocan parálisis muscular y arritmias. Normalmente, las vías somatosensoriales y neurales ascendentes continúan intactas, de manera que se preservan el nivel de conciencia, el período sueño-vigilia y la excitabilidad por estímulos externos (Samaniego, 2009; Riquelme Sepúlveda et al., 2011).

Causas del daño cerebral

Por norma general, los componentes etiológicos en general se dividen en dos categorías: eventos vasculares y eventos no vasculares.

En mayores y pequeños, la principal causa es la trombosis de corea, que se muestra en el 60% de las situaciones (Sepúlveda et al., 2011).

Por otro lado, las causas no vasculares más habituales son los accidentes traumáticos ocasionados por hematomas en la región del leño encefálico (Sepúlveda et al., 2011).

Además de esto, los síndromes regresivos tienen la posibilidad de ocurrir como producto de tumores, encefalitis, esclerosis múltiple, enfermedad de Guillian Barré, esclerosis lateral amiotrófica o miastenia gravis (Sepélveda et al., 2011).

diagnóstico

El diagnóstico de esta nosología se apoya en la observación de indicadores clínicos y el uso de diversas pruebas de diagnóstico.

Los movimientos oculares normalmente se tienen la posibilidad de ver de forma espontánea; los familiares y cuidadores asimismo tienen la posibilidad de comunicarse de esta manera. Por estas causas, es necesario estudiar los cambios en los movimientos oculares en respuesta a órdenes sencillos (Orphanet, 2012). Diagnóstico diferencial con estado de conciencia vegetativo o mínimo.

Además de esto, un examen físico es esencial para corroborar la parálisis muscular y la incapacidad para hablar con claridad.

La tecnología de neuroimagen funcional, por otra parte, puede advertir la localización del daño cerebral y buscar signos de conciencia.

Ciertas técnicas usadas para hacer un diagnostico el síndrome de cautiverio o el síndrome de encierro son (Organización Nacional de Patologías Extrañas, 2010):

  • Imagen de resonancia magnética (Administración de riesgos): Comúnmente se emplea para corroborar daño cerebral en áreas relacionadas con el síndrome de cautiverio.
  • Angiografía por resonancia magnética: Se utilizan para detectar posibles coágulos de sangre o trombos en las arterias que irrigan el tronco del encéfalo.
  • Electroencefalograma (EEG): Se usa para medir la actividad cerebral y puede descubrir la existencia de procesamiento de señales en sepa de ciclos externos de conciencia, vigilia y sueño.
  • Estudios de electromiografía y conducción inquieta: Se utilizan para descartar daños en nervios y músculos periféricos.

tratamiento

Hoy día no existe cura para el síndrome de cautiverio y no existe un protocolo o desarrollo de régimen estándar (Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, 2007).

El tratamiento inicial para esta patología es abordar la causa de la enfermedad (Organización Nacional de Anomalías de la salud Extrañas, 2010).

Al principio, se precisa una atención médica básica para resguardar la vida del paciente y controlar las posibles adversidades. En la mayoría de los casos, necesitan respiración artificial o gastrostomía (nutrición por medio de un pequeño tubo insertado en el estómago (Organización Nacional de Enfermedades Raras, 2010).

Tras el final de la fase aguda, la dirección de la intervención terapéutica es la restauración voluntaria de la función respiratoria, la restauración de la deglución y la micción independientes, el avance de las capacidades motoras de los dedos de la cabeza y el cuello y, al final, el lugar de un código de comunicación. por la red ojo de huérfanos de movimientos, 2012).

A partir de entonces, el tratamiento tiene como objetivo volver a poner el movimiento voluntario. En ciertos casos, se puede conseguir el control del movimiento de los dedos, la deglución o la producción de ciertos sonidos, al paso que en otras ocasiones no se puede obtener el control del movimiento autónomo (National Organization for Rare Diseases, 2010).

referencia

  1. Cerebro de la Fundación. (2016). Síndrome de bloqueo (LIS)Conseguido de Troubles. Fundación del cerebro: brainfoundation.org.au
  2. Collado-Vázquez, S. y Carrillo, J. (2012). El síndrome de la prisión en la literatura y el cine. Nervio sacerdotal, 54 años(9), 564-570.
  3. Doctor en Medicina. (2011). Síndrome de bloqueoConseguido de WebMD: webmd.com
  4. Desgastado, P., Sandoval, P., Tevah, J., Huete, I. y Castillo, L. (2004). Trombólisis intraarterial de la trombosis de la arteria basilar. Rehabilitación de 2 pacientes con síndrome de oclusión. Rev Med Chile, 357-360.
  5. Narek. (2012). ¿Qué es el síndrome de encierro? Conseguido del Centro Nacional de Información sobre Rehabilitación: naric.com
  6. NIH. (2007). Síndrome de bloqueo Logrado del Centro Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares: ninds.nih.gov
  7. Norte. (2010). Síndrome de bloqueoConseguido de la Organización Nacional de Patologías Extrañas: rarediseases.org
  8. Orfanato. (2012). Síndrome de aislamiento. Conseguido de Orpha.net: orpha.net
  9. Riquelme Sepúlveda, V., Errø zuriz Puelma, J. y Gonzé lez Hern ndez, J. (2011). Síndrome oculto: casos clínicos y revisión de la literatura. Memoria del pastor, 8, 1-9.
  10. Sandoval, P. y Mellado, P. (2000). Síndrome de bloqueoExtracto del cuaderno de medicina neurológica: school.med.puc.cl

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