¿Puedo comer helado en invierno?
Mucha gente cree que comer helado en invierno nos resfriará, pero nosotros tenemos una buena noticia y es que no nos resfriamos por andar descalzos, por comer helado o por dormir sin calcetines. Nos resfriamos porque nuestro sistema inmunológico se debilita con el tiempo y luego las bacterias ganan la batalla.
Comer helado en invierno es posible, además, lo disfrutaremos mucho más, porque no se derretirá tan rápido. Pero además, los ingredientes de los helados, caseros o industriales, junto con su temperatura ayudan a que nuestro cuerpo regule el nuestro, pudiendo entrar en calor.
Evidentemente, si tenemos mucho frío, no es recomendable caminar por la calle. En cambio, es mejor caldo caliente, chocolate caliente o algo similar, ya que podemos estar al borde de la hipotermia.
El helado regula la temperatura corporal
Comer helado en verano nos refresca y en invierno nos ayuda a regular la temperatura. Los ingredientes suelen ser leche (animal o vegetal), fruta y azúcar. Todos estos son carbohidratos que le dan energía rápida al cuerpo, por lo tanto, ayudar a mantener la temperatura corporal adecuada.
Las investigaciones de la Universidad de Queensland, junto con muchos otros estudios de la última década, son las que poco a poco están desglosando las tarifas. Todavía queda mucho camino por recorrer, ya que parece contraindicado beber algo frío cuando hace frío.
El verdadero problema viene cuando tenemos dolor de garganta, entonces tenemos que tener mucho cuidado con la temperatura de los alimentos que ingerimos. Ni caliente ni frío, sino a temperatura ambiente o fresco.
Si es solo dolor e hinchazón, un poco de helado nos puede aliviar, es diferente el dolor, la irritación, la tos y la infección. Recordemos que el helado a veces provoca tos, por lo que si ya tenemos la garganta irritada, no es buena idea.
"Ayuda" a adelgazar
Esto es una curiosidad, y es que el cuerpo debe gastar energía para regular constantemente nuestra temperatura corporal. Esto es algo que hace cada minuto de nuestra vida, por lo que no se recomienda beber agua muy fría en verano. el cuerpo gasta mucha energía y luego nuestra temperatura sube.
Los alimentos fríos provocan un mayor gasto de energía, de ahí el aumento repentino de la temperatura, ya que nuestro organismo trata de compensarlo lo más rápido posible para que no haya desequilibrio.
En invierno, sin embargo, esto puede ser interesante, ya que el efecto termogénico hará que el cuerpo luche para regular la temperatura, quemar calorías y, sobre todo, entrar en calor. Esto es algo que no nos funciona a todos, pero seguro que a muchos de nuestros lectores les interesará aprenderlo y ponerlo en práctica.
Deja una respuesta