Los ingenieros se inspiran en la naturaleza para crear el microchip volador más pequeño.
Han pasado varias décadas desde que apareció el microchip el 12 de septiembre de 1958. Fue masterizado por un ingeniero de Texas Instruments, Jack Kilby, y demostrado en forma de una cinta de germanio con un transistor junto con otros componentes en una placa de vidrio.
A partir de ese momento, el microchip se convirtió en un elemento de la revolución tecnológica de la época. Hasta el día de hoy, tarjetas de crédito, computadoras, teléfonos inteligentes, hornos microondas, semáforos, etc. están hechos de este elemento.
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer en el campo de los microchips para ampliar su alcance y aprovechar sus capacidades.
Recientemente, un grupo de ingenieros de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois, Mini folleto, Hizo posible moverse de la misma manera Semillas de helicópteros Cayó lentamente al suelo, y todo sin motor incorporado.
En este sentido, los microchips voladores pasivos son los objetos voladores más pequeños creados por el hombre que tienen un movimiento asistido por el viento que les permite descender lentamente y de manera controlada. En cuanto a su movimiento, se asemeja al movimiento de un helicóptero con semillas de arce, que no es accidental.
En respuesta, el ingeniero del equipo a cargo dirigió a John Rogers Descubre diferentes plantas y árboles. El objetivo es descifrar cómo la naturaleza, después de millones de años de evolución, utiliza métodos interesantes para esparcir semillas.
El objetivo de esta iniciativa es identificar las posibilidades de nuevos métodos Difusión generalizada de la microelectrónica funcional.
Los investigadores pueden utilizar el potencial de estos aviones para el monitoreo ambiental en las siguientes áreas: Contaminación y fuga de toxinas.
Además, las microcélulas se pueden utilizar para monitorear la propagación de enfermedades, o para crear poderosas redes de cientos o miles de nodos interconectados. Por otro lado, la prueba se realizó con un microflano de 5 cm, que Esté atento a las partículas en el aire a medida que desciende lentamente.
Se espera que en el futuro se desarrolle una nueva versión del microavión que pueda usar sensores de pH para monitorear la calidad del agua y detectores fotoeléctricos para monitorear la luz solar.
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