Compuestos que pueden degradarse en el agua, una sugerencia para acabar con los desechos electrónicos
La mayoría de los productos electrónicos terminan en la basura cuando llegan al final de su vida útil o se reemplazan más fácilmente como nuevos.
La generación y acumulación de estos residuos no es un problema nuevo. Para encontrar una solución, un equipo de científicos desarrolló una junta de contorno que se puede descomponer con agua.
Compuestos de bucle solubles en agua
Para facilitar el reciclaje de pequeños productos electrónicos, un grupo de investigación de la American Chemical Society desarrolló un nanocompuesto de dos metales para su uso en circuitos electrónicos. Este material puede descomponerse cuando se sumerge en agua.
A través de un artículo en una publicación. Documentos de solicitud e interfaz ACSLos investigadores hicieron sus recomendaciones e informaron que en sus pruebas pudieron diluir el circuito prototipo en 40 horas. Reloj inteligente, Especialmente creado para ello. La parte superior de la imagen adjunta a este artículo muestra el reloj en su estado original, la parte inferior lo muestra desgastado.
Si bien es posible reciclar piezas dañadas y reutilizar ciertos componentes en equipos desechados, este enfoque alternativo se centra en el otro lado del problema. Rescatar estos componentes requiere una intervención manual, uno a la vez, dispositivo por dispositivo, y dada la cantidad de desechos electrónicos que normalmente se reciclan, esta situación se vuelve intolerable en muchos casos.
Para cumplir con las recomendaciones propuestas, el mismo grupo de investigación, dirigido por Huang Xian, desarrolló un material nanocompuesto a base de zinc para circuitos temporales que es soluble en agua pero no puede conducir suficiente energía para dispositivos electrónicos. ...
En esta nueva fase, los investigadores modificaron el material nanocompuesto a base de zinc agregando nanocables de plata, que proporcionaban un alto potencial de conducción de energía. Luego imprimieron una solución de metal en una hoja de alcohol vinílico (también conocido como poli), un polímero que se descompone en agua y usa pequeñas gotas de agua para construir el circuito que promueve las reacciones químicas y luego se evapora.
Sobre esta base, el equipo desarrolló un reloj inteligente funcional con sensor de frecuencia cardíaca, oxígeno en sangre y contador de pasos, así como conectividad Bluetooth. Muchos de sus PCB están impresos en cajas policristalinas impresas en 3D a partir de este material nanocompuesto.
Según el informe del equipo, la parte exterior del reloj podría resistir fácilmente el sudor durante la prueba, pero después de que todo el dispositivo se sumergió por completo en agua, la caja exterior de polímero y el circuito interno se disolvieron por completo después de 40 horas.
Los investigadores dijeron que dos de sus nanocompuestos metálicos propuestos podrían ayudar a crear dispositivos temporales con propiedades que imitan los modelos comerciales.
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